QUE RAPIDO ACTUALIZO ¿SOY GENIAL VERDAD B) HAHAHA bueno aqui ta una parte de la continuacion de mi nueva historia!!
advertencia: al que no le gusten las historias largas es mejor que pasen de esta por que si va a estar larga "como todas las mias" :rolleyes: bueno espero que les guste y me dejen sus comentarios
Yo soy Sam Adams, un reportero, lucho por mantener mi cargo ya que hay mucha competencia actualmente, así que, trato de entrevistar a los artistas más populares del momento y luego publico la entrevista en el diario en el que trabajo, no soy como otro tipos de reporteros que sacan historias falsas al aire solo para vender o ganar popularidad, de hecho, soy muy honesto y honrado, y puedo decir con orgullo que todo lo que tengo me lo he ganado, claro no es que tenga mucho…
Mi jefe me asigno entrevistar a avril lavigne la artista del momento, me resultaba extraño que aceptara que la entrevistaran, por que hacia meses que no le hacia entrevistas a nadie, de hecho, se mostró muy amable, y se ofreció a recogerme a mi casa.
Y ahí estaba la rubia, sentada tras el volante de su precioso deportivo, con una blusa algo escotada ((aunque no era mucho)) resaltando así sus “cualidades”.
Me obligaba a no pensar en ella de “esa” forma, pero era francamente imposible, cuando todo en ella despedía extrema confianza, y esa altivez tan típica ((y odiosa en otros tiempos)) que lucia tan sexy en ella ahora.
((“vamos sam, es solo una asignación” y por dios vaya asignación…))
Suspire, y por supuesto me gane una mirada de soslayo…
((¿Por que se había ofrecido a buscarme? ¿Por qué tuvo que ser tan amable y no como en los viejos tiempo?, ¿Por qué ahora esa altivez y ese “ego” ahora lucían increíblemente atractivos en ella?
Tal vez para tenerme como un imbecil pensando en ella, y es justo como estoy ¡diablos!))
Su brazo izquierdo reposaba en la ventana totalmente abierta mientras dirigía el volante, la mano derecha reposaba indiferente sobre la palanca de cambios. Se mostraba tan encantadoramente segura de si misma que me sacaba de quicio. Sus azules ojos se ocultaban tras unas gafas de sol y el viento apartaba sensualmente sus dorados cabellos de su rostro de marfil.
- así que, adams…
Su voz era bastante dulce y juguetonamente seductora. Sus labios formaban aquella petulante mueca de superioridad que se asimilaba a una media sonrisa.
((MIERDA, ¿es que no hay nada en ella que no resulte sexy?
Vamos no estoy tan necesitado… a pesar de llevar tanto tiempo solo…))
- ¿Se supone que harás un reportaje de mí?
- No, no de ti lavigne- respondí en voz seca y áspera. Ni siquiera por que fuera, posiblemente, la mujer más hermosamente sensual del planeta le aguantaría esos humos de “yo, centro de la galaxia lavigne”.
- Oh…
Su exclamación sonó, casi infantilmente decepcionada y eso me causo gracia; casi me dio pena, como si le acabase de quitar un dulce a una niña. ¡Y que niña!
- es sobre tu carrera y como ha evolucionado, tu música, tus discos –explique.
- Es que hice maravillas en la historia de la música –sonrió genuinamente satisfecha.
((Si, seguía igual de engreída.))
- ¡Que modesta! –solté irónico dispuesto a no dejarle pasar ni una, por muy buena que estuviese xD.
Me miro y fue como si me mirara por primera vez en su vida. ¡Demonios! Sentí mi cuerpo estremecerse cuando esos ojos azules me contemplaban por sobre las gafas.
- Y, Adams… -inicio conversación después de un incomodo silencio-. ¿Sigues siendo un insufrible sabelotodo?
Claramente no le había gustado mi comentario anterior y me hizo notar su resentimiento. ¡Pero yo no iba a dejar eso así!
- ¿sigues siendo una tonta, despistada y engreída? –pregunté
- ¿eso es un si?
¡La muy descarada tuvo “ovarios” para sonreír! ¡Demonios! ¡Y que sonrisa! Casi me fundí en el asiento. Dios ¿soy yo o la muy perra puso la calefacción?
¡Dios! –suspire. Un poco por azoramiento, un poco por vergüenza ante mis propios pensamientos, “ya que se me ocurrían miles de forma de formas de tirarme sobre ella en el auto”, y un poco por frustración ante todo lo antes mencionado. “¡es que esta rubia me saca de mis casillas!”
- ¿Sigues igual de vanidosa, lavigne?
Dio un respingo y me miro ofendida. Yo sonreí ante aquella reacción. “Empate”, pensé; ya que aceptaba que el comentario anterior fue punto de ella.
El resto del viaje siguió en silencio. Yo trataba de omitir lo bien que se veía con esa ropa, y lo hermosa que era su sonrisa “vamos sam, sigue siendo la misma engreída y odiosa chica del colegio”, trataba de convencerme.
((Nos detuvimos en un semáforo, y pude observar como me miraba profundamente sin disimular.))
-lavigne…eh…ya esta la luz verde.
- ¡ah!, si cierto… es que no me acostumbro a manejar, siempre alguien lo hace por mi.
- como digas- sonreí, sabia que no era por eso que estaba distraída.
- ¿A que te refieres?
- Nada –dije y mire otra vez por la ventanilla.
- Si insinúas algo, adams, debes decirlo – me reto
- pues bien –voltee a mirarla-. Digo que estabas distraída por que estabas muy ocupada mirándome ¿ya? –ni yo supe de donde salio esa seguridad, generalmente era muy tímido.
- ¡eso quisieras!
- Bien que eres infantil –volví a posar mi mirada hacia la ventanilla
- ¡y tu pretencioso!
- prefiero seguir en silencio, gracias – dije de forma cortante, aunque parezca que tenemos demasiada confianza para personas que no se ven desde hace casi 8 años, no lo es, siempre hemos peleado así, desde la escuela. Vernos pelear era muy común, una tarea de todos los días.
Entramos a la mansión