Avril, como siempre, llegó tarde a la ''cita'' (por llamarla de alguna manera) con David. Eran las 8 y 20 cuando el taxi la dejó en Hope St., en la esquina con la 2ª, frente a un parque. A pesar de su retraso, no consiguió ver a David por ninguna parte, asi que se sentó en un banco a esperar mientras toqueteaba su movil. Al cabo de unos minutos una mano se posó en su hombro y Avril se giró sobresaltada.
- ¡Tranquila! Que no voy a morderte. -.
- Joder David, que susto me has dado... -.
- Jajaja, menudo careto se te ha puesto. -.
- Eres un imbecil... Jajaja. -.
- Si, pero eso no tiene arreglo... En cambio tu problema de puntualidad si que podría tenerlo. -.
- ¡¿Qué?! ¡Pero si eres tú el que ha llegado tarde! -.
- Cierto, pero seguramente tu hayas llegado unos minutos antes que yo. O eso, o has estado esperándome 25 minutos, lo cual podría interpretarse de varias maneras... -. David puso cara de interesante.
- No te emociones ''niño'', acabo de llegar. -.
- Eres impuntual entonces. -.
- ¡Y tú también! -.
- Ya, pero lo mio tampoco tiene arreglo... -.
- ... ¿Te gusta quedarte siempre con la última palabra verdad? -.
- Oh, bueno, me has pillado... -. Dijo con voz inocente.
- Jajaja venga anda vamos a sentarnos. -.
- Usted manda. -.
Caminaron durante unos minutos hablando de trivialidades hasta que llegaron al Starbucks Coffe, el establecimiento con el café más bueno y más caro que había en Los Ángeles. Justo en la puerta del local, David fue detenido por un grupo de fans histéricas. Una de ellas intentaba hablar, pero solo le salían balbuceos. Finalmente articuló algunas palabras sueltas.
- T-tu... U... U-un-a... F... F... F-fot-to... P-por f-f-fav-o-r -.
La chica parecía a punto de entrar en éxtasis. ¡Había conseguido hablar!. David respondió animado.
- ¿Una foto? ¡Por supuesto! -.
Sin previo aviso, agarró la cámara y fotografio a las chicas.
- Habeis salido genial. -.
Les devolvió la cámara y entró al Starbucks sin decir nada más, dejando a todas las chicas alucinando, entre ellas a la propia Avril. Una vez dentro David no paraba de reirse sentado en la pequeña mesa.
- Jajaja... Jaja... ¿Les, les has visto la cara? ¡Jajajaja! -.
Avril no sabía si reirse o llorar. Desde luego había sido lo más sorprendente que había visto en un buen tiempo.
- David... Querían una foto tuya... -.
- ¡Lo sé! No me jodas, ¿no te ha hecho gracia? -.
Avril pensó durante unos segundos la escena. En realidad, había sido bastante graciosa, y las fans podrían decir que tenían una foto hecha por el mismo David Evans.
- Si... La verdad es que no me lo esperaba, jajaja. -.
- Lo se. -.
- ¿Querías sorprenderme? -.
- Pues no. La verdad es que soy espontáneo a todas horas. Es una de las mejores cosas de la vida, poder hacer algo inesperado y que todos se queden mirándote con la boca abierta. Intento reflejar esa espontaneidad siempre en los conciertos. Quizás por eso siempre salen tan bien. -.
- ¿A qué te refieres? -.
Un camarero los interrumpió para entregarles la carta. Ambos la observaron durante unos segundos y pidieron al camarero. Cuando se marchó, David se acomodó en la silla y miró a Avril directamente a los ojos. La chica sintió una punzada extraña, como la que sintió en la noche del concierto cuando sus miradas se cruzaron por 1ª vez. Avril seguía pensando que había algo extraño detrás de ese chico. Después de unos segundos sin apartar la mirada, David respiró y comenzó:
- A ver. Voy a preguntarte algo que siempre le he preguntado a todos los músicos importantes que he conocido. ¿Te agota dar 15 conciertos en 1 mes? ¿No parar de viajar, estar siempre en un sitio distinto, coger un avión cada 2 días? -.
Avril pensó un segundo. No era una pregunta trampa, y la respuesta era obvia.
- Por supuesto que me agota. Creo que es lo peor de vivir de la música a un gran nivel, esa ''saturación'' que sufres durante las giras. -.
De repente David golpeó la mesa con su puño.
- ¡Lo sabía! ¡Sabía que dirías eso! ¡Todos dicen lo mismo! -.
- ¡Porque es verdad! -.
- ¡No! ¿Cómo puedes decir eso? -.
Avril no entendía la reacción de David por su contestación. Iba a decir algo, pero el chico la interrumpió con la mano.
- A ver, es muy sencillo, presta atención. -. David se acercó a ella, mirándola otra vez a los ojos. Otra vez la misma extraña punzada.
- Bien, imaginate que hoy es Viernes, y estás actuando en Milán. Termina el concierto, coges un avión a París, donde duermes unas pocas horas antes de levantarte para dar entrevistas, hacer la prueba de sonido y volver a actuar esa misma noche. ¿Que sientes? -.
- Pues... No se, cansancio, agotamiento... -.
- ¡No! -.
- ¿No? ¿Qué tengo que sentir? -.
- Mira. Puede que tú des 20 conciertos en un mes y termines agotada, deseando perder de vista un escenario. Pero en esos 20 conciertos tienes que dar siempre el 120%. No vale el cansancio, el estrés, no vale nada. ¿Y sabes por qué? -.
- No. -.
- Porque la gente que te estará viendo en Paris no es la gente que te vio en Milán, ni en Madrid, ni en Londrés. ¿Lo entiendes? Cada noche es una noche nueva. Debes pensar que el concierto que tienes esa noche es el único que tendrás en toda la gira, porque el público que tengas esa noche no volverás a verlo en toda la gira. ¿Lo entiendes? -.
Avril se paró a pensarlo. Era algo obvio, pero sorprendentemente nunca lo había pensado. Pero David tenía razón en todo lo que decía.
- Yo podría dar 25 conciertos al mes si cada noche fuese un público distinto. Si, ya se que es agotador. Son 2 horas en las que sudas, cantas, corres, saltas... Pero es que eso ellos también lo hacen, se cansan más que nosotros y si pudieran nos seguirían a todos los conciertos que hicieramos. -.
- Si... Si, creo que te entiendo. -.
- Nosotros solo tenemos un disco, y ha sido un exitazo. Hemos llenado estadios de 80.000 personas con 20 años. No estamos preparados para esto. Al principio, antes de salir a tocar, sentía una presión increíble. Estaba agotado de tantos conciertos, tantas entrevistas, tanta música.
- ¿Y que pasó para que ahora pienses así? -.
- Pues, simplemente... Salí a un escenario, a hacer lo mismo de cada noche. Las mismas canciones, los mismos juegos de luces. Pero todo era distinto. Porque ahora eran otras 30.000 personas las que me gritaban. Entendí que esas personas se lo merecen todo igual que ellos me lo han dado todo a mi... -.
David descansó en su silla, dejó que las palabras entraran en Avril. La chica comenzó a pensar en todo lo que había escuchado y su mente viajó por los recuerdos de muchos de sus conciertos.
- Joder... Tienes razón, ya lo creo... -.
- Entonces, qué me dirías si yo te preguntara, ¿te agota dar 15 conciertos en 1 mes, no parar de viajar, estar siempre en un sitio distinto, coger un avión cada 2 días? -.
Avril se tomó su tiempo para contestar. Finalmente lo comprendió todo y respondió con rotundidad.
- Te diría que vale la pena. Que cada noche es una noche única. Que cada público es un público único. -.
- Me encantas, ¿lo sabías? Jajaja. -.
- Si, algo había oido... -.
- Claro, lo olvidaba, tienes tantos admiradores, que uno más debe ser insignificante... -.
- ¡Eh! No es a mi a la que paran por la calle para hacer fotos... -.
- ¡Oh! Es cierto, lo había olvidado. Noto como mi ego vuelve a subir. -.
- Jajaja, eres un personaje. -.
David se limitó a sonreir y a mirar a Avril por encima de su taza. Parecía que esos ojos azules tenían la capacidad de derretir a cualquiera.
- Pero, debo agregar, que no todos tus fans famosos te han tenido de fondo de pantalla. -.
- ¿Perdona? -.
- No te sorprendas tanto, que tampoco seré el primero. -.
- ¿Me tenías de fondo de pantalla? -.
- ¡Pues claro! Era de tu época ''rosita''. -.
- ¿Qué? -.
- Jajaja, ¡deja de sorprenderte coño! Yo, al igual que el 80% de la generación de finales del 80 y principios del 90 nos hemos criado con Complicated, Sk8er Boi, My Happy Ending... ¿De verdad creias que no te conocía? -.
- No, no, no es eso... Sabía que me conocías, pero no que me escuchabas... -.
Avril estaba sorprendida de verdad.
- Pues anda que no diste por culo con tu primer disco. Me refiero para bien claro. Estaba por todas partes. Es una pena que nuestro disco haya batido los records de ventas que batió Let Go, ¿verdad? Jajajaja. -.
- Jajaja, eres un imbecil insoportable... -.
- Yo también te quiero. -.
- ¡Y que sepas que no me molesta en absoluto! Todavía os saco 3 discos... -.
- Danos unos años y ya verás... Los adolescentes pasarán de tener tu foto de fondo de pantalla a ponerme a mi... Aunque si son tios prefiero no saberlo... -.
- ¡Jajajaja! ¡Es verdad¡ Olvidaba lo de que me habías tenido de fondo de pantalla... -.
- En tu etapa rosita, recuérdalo. -. Agregó con una sonrisa.
- Jajaja... ¿Y qué foto era? -.
- Estabas tumbada en una cama, así en posición sexy, con un vestido blanco... La verdad es que esa foto tenía su morbo, ¿por qué la quitaría? -.
- Jajajaja estúpido... Bueno, siempre puedes volver a ponerla. -.
- No creas que no lo he pensado, porque aun la tengo guardada. Pero no, ahora de fondo tengo a mi novia. -.
Parecía que a Avril se le había parado el pulso. ¿Ha dicho novia?.