aki vuelvo B) es largo, yo aviso, pero si os gustó, no os costará leerlo...
Evan estuvo consolando a Avril durante un buen rato, hasta que los dos fueron en busca de Deryck.
- ¿Crees que ahora le estará... dando instrucciones, por decirlo así? - preguntó él - ¿Qué pretende, Avril?
La chica frenó en seco. Las lágrimas volvieron a caer por sus mejillas.
- Me temo que quiere sabotear el concierto, según lo que he oído.
- ¿Según lo que has oído? - preguntó él, quitándole las lágrimas de la cara con suavidad. Sintió un cosquilleo en el estómago - ¿Qué has oído, Avril?
- Una noche oí una voz en el pasillo. Era una voz de hombre que hablaba sobre sabotear MI concierto, y para eso tenía que conseguir que Deryck le permitiera entrar en la zona del montaje, detrás del escenario. Le está utilizando. O eso creo.
- ¿Por qué se une a él?
- Para salvar su propia vida.
- Pero, ¿qué hay de tu vida? ¿Sólo hace lo que ese hombre le pide por salvar la suya? - Evan miró al suelo de repente. Avril se dio cuenta del gesto y lo miró seriamente - Espera un momento... ¿no le importa lo que a ti te pase?
La chica no contestó. Sólo le dedicó una mirada de angustia, y continuó andando. Pero Evan no se rendía tan fácilmente.
- Dímelo. Tengo que ayudarte. ¿Sabes quién es ese hombre? - insistió, deteniéndola.
- No sé nada - cortó ella, bruscamente.
- ¡Así que hace eso por salvar su propia vida! ¡Será idiota...! ¡Tenemos que impedir el concierto!
- ¡No! - gritó ella, mirándolo de nuevo - ¡Si el concierto no se realiza, le matará!
- Parece mentira que seas tan inocente - le espetó Evan, perdiendo la paciencia - ¿Cómo puedes sentir algo por ese degenerado después de haber demostrado que no le importas nada?
- Ésto no debería de importarte. ¡Es mi vida!
- ¡¡Pero yo voy a estar subido al escenario cuando ocurra la explosión, o lo que tenga que ocurrir!! Además, a diferencia de él... - Evan tragó saliva y se sonrojó levemente - A mí me importas.
- Oh, no sé para qué hacen todo ésto - dijo ella, nerviosa, mirando hacia los dos lados. Evan sintió un pequeño vacío en él al saber que sus palabras no habían importando nada a su amiga - Voy a buscar a De...
- Yo me voy a avisar a los responsables de todo ésto, para que puedan enterarse a tiempo. No permitiré que ese tipejo, sea quien sea, me joda el concier...
- ¡Hay que buscar a Deryck! - chilló ella, dejando caer lágrimas y más lágrimas al suelo.
- Inocente - dijo el chico, solamente, y fue caminando rumbo a la habitación en la que el director dormía a pierna suelta.
Eran ya las diez de la mañana. Evan estaba poniendo a punto su guitarra, cuando acabó y se reunió con Matt. Sólo unos pocos se habían enterado de que un loco iba a intentar sabotear el concierto de Avril Lavigne aquella tarde, en pleno Detroit.
- ¿Cómo está ella? - preguntó el chico. Evan solamente le había confiado las palabras que le había dicho Avril a él, ya que era de fiar.
- No lo sé. La dejé en el pasillo y me fui a...
- No la he visto en toda la mañana, Evan... ¿Crees que aún estará buscando a Deryck?
- Más la vale aparecer. Todo está bajo control, aunque nadie se explica el porqué de tanto poli...
No volvieron a mencionar el tema en toda la mañana, hasta que los dos estaban ya en pleno escenario, a las nueve de la noche.
La multitud de gente se extendía en todas direcciones. Evan intentaba distinguir el rostro de Deryck entre todas esas caras desconocidas, pero no vio rastro del chico por ningún lado.
El concierto comenzó estrepitosamente cuando la cantante de pop-rock Avril Lavigne irrumpió en el escenario. La gente chillaba, silbaba, y saltaba, lo normal en un día así, pero había algo que inquietaba a todo el mundo.
La policía.
Todos estaban cargados con armas hasta los topes, cosa que Evan no comprendía, ya que pensaba que era un acto violento, pero los había peores. Todo comenzó con normalidad, hasta que un gas comenzó a flotar desde el fondo del escenario. Avril dejó de cantar, pero mucho antes había dejado de sonar la guitarra: Evan había salido ya de allí.
La gente intentaba avalanzarse sobre él. Todos pedían autógrafos e incluso que se casara con alguna de sus fans, a pesar de la policía que los retenía, a pesar del gas, y Evan, por un momento, odió ser famoso. Siguió corriendo e intentó buscar a Deryck. Le había visto. Pero un grito de horror le hizo girarse, y vio a Avril tumbada en el suelo del escenario, entre la luz de los focos y el humo.
Ya había inhalado el gas, y no le había dado tiempo a salir.
- ¡Un gas paralizante! - gritó una voz a sus espaldas - ¡Un gas paralizante, cuidado, corran todos hacia la salida! ¡Corran, por favooor!...
Evan siguió corriendo e intentó saltar hacia el escenario, intranquilo, dispuesto a ayudar a Avril, pero alguien le había agarrado del brazo. Era Matt.
- ¡¡Déjame subir!! ¡¡La pasará algo!!
- ¿Quieres morir, o qué? Si subes no bajarás, y sólo conseguirás una muerte ridícula. Están en ello.
- ¿Están en qué?
- Unos hombres con trajes preparados para éste tipo de casos. También tienen al causante de todo este meollo. Y también tienen a Deryck.
Evan observó, minutos después, cómo se llevaban a su amiga en una camilla, dispuestos a subirla a una furgoneta de la ambulancia. Suspiró, algo más tranquilo, y le dedicó una mirada severa a Matt.
- Tengo que verles - dijo.
Los dos caminaron hasta el lugar en el que un par de policías apresaban a dos tipos. Evan sabía muy bien quiénes eran. Sin embargo, no pudo decirles nada, ni siquiera dejarles las cosas claras... porque la policía le retuvo, e incluso Matt tuvo que ayudarles a agarrarle. Aún así, consiguió llegar hasta Deryck.
Su aspecto era desmejorado. Y, desde luego, no tenía ganas de hablar. Pero Evan sí.
- Tenías que salvarte tú, dejando a ella completamente vulnerable, ¿no es cierto? - dijo, fríamente. Deryck le miró y negó.
- Mi bien ante todo... ella nunca sabrá lo que es pasar por ésto. Nunca lo ha vivido. Y tú tampoco. Te... te presionan y te prometen que te matarán si no haces lo que ellos quieren... y no te preocupa lo que los otros descubran o piensen...
- Tú tampoco has vivido una inhalación de un gas posiblemente mortal, amigo - dijo, con una sonrisa irónica - Creo que has encontrado un buen lugar en donde quedarte - señaló el coche de la policía, y se fue, sin añadir ni escuchar nada más.
Todo fue un desastre durante los días siguientes. Avril no paraba de toser, y se despertaba muy pocas veces al cabo del día. Pasaba todo el tiempo tumbada en su habitación, donde todo el mundo pudiese estar pendiente de ella y donde todos pudiesen darse cuenta de si se despertaba o no.
Una tarde, Evan se encontraba allí, a su lado. Todo había pasado: ya no tendría por qué preocuparse más de ella. Porque, aunque sus sentimientos hacia ella no habían cambiado, había asimilado que esa relación no podía llevarse a cabo, y por eso había tomado una decisión.
Avril emitió un quejido y fue abriendo los ojos. Evan, sorprendido, no avisó a nadie: quería vivir aquel momento él solo.
La chica giró la cabeza lentamente - ¿Evan?
- Sí, soy yo - respondió, en un susurro - ¿Qué tal te encuentras?
- Mal, respiro con dificultad... pero estoy mejor que antes... ¿Qué ha ocurrido? ¿Dónde está ese hombre?
- Era Ian Redfils, rumano. No sé nada más de él, y no quiero saberlo. ¿Por qué no huiste, como todos nosotros? ¿Qué te retuvo en el escenario, Avril?
La chica tenía el rostro desmejorado y estaba muy pálida. Sorprendía verla. Ni siquiera había sido capaz de abrir los ojos completamente.
- ¿Qué te retuvo? - preguntó de nuevo, como pensando en alto. Ella cerró los ojos con lentitud, hasta que sus párpados la impidieron ver luz.
- El miedo - dijo.
Evan no supo qué decir. Pero había ido allí para algo más que para verla. Aún así, se quedó unos segundos meditando acerca de su respuesta... porque era... sorprendente.
- Avril... no quiero que pienses que lo que te voy a decir ahora tiene algo que ver con nosotros, con nuestra... relación de amistad, pero... voy a dejaros.
- ¿Cómo que... cómo que vas a dejarnos?
- Tomé mi propia decisión, espero que la respetes - dijo él, intentando elegir con cuidado las palabras correctas - Hablando musicalmente... voy a hacer mis propios proyectos.
El rostro de Avril fue cambiando poco a poco, hasta definirse en él una pequeña sonrisa. Le había costado un tremendo esfuerzo hacer aquel simple gesto.
- Sí - dijo ella, con los ojos aún cerrados - Matt... me lo mencionó al creer que estaba dormida... no lo oí del todo, pero... - respiró entrecortadamente - pero... llegué a comprender sus palabras. Y lo que me dices ahora... encaja.
Evan sonrió.
- Avril, quiero que lo comprendas, porque...
- No necesito comprender nada, Evan. Vete, esperaré a oír tu maqueta. He oído que incluso ya tienes nombre y componentes para el grupo.
El chico asintió, y la dio un beso en la mejilla. Ella le devolvió el gesto.
- Adiós, Evan - dijo, y su cuerpo se movió levemente, hasta volver a quedarse quieta como una estatua - No olvides que estoy aquí, ¿vale?... Y no olvides... que puedes contar conmigo para todo.
- Lo sé, y tú puedes esperar lo mismo de mí. Hasta pronto, Avril. En cuanto te recuperes, iré a verte.
El chico salió de la habitación, dispuesto a tomar una Coca-Cola con Matt. Los días que había vivido habían sido muy, muy duros... y ahora que sólo tenía una preocupación (encontrar solución acerca de lo que sentía hacia Avril), estaba dispuesto, más que nunca, a vivir cada minuto como si fuera el útlimo.
pues aki se acaba todo, espero k os haya gustado.