ACTUALIZACION!! de verdad sorry por tardarme es que se me habia acabado la imaginacion! bueno pero aqui esta espero y les guste y DEJEN COMENTARIOS Y CRITICAS PLEASE!
Yo que justo tomaba un sorbo de mi cerveza, me atragante de una manera tan espantosa que me salieron lágrimas. Me tuve que parar y levantar los brazos mientras caminaba por la habitación. Sentía mi garganta arder y me escocía terriblemente. ¿Escuché bien? ¿Dijo lo que yo escuché que dijo? ¡Dios! ¡Me va a volver loco!
Yo había llegado hasta el comedor con mi intento de recuperar la compostura cuando sentí su mano ascender desde mi cintura hasta mi cuello. Me volteé en redondo para verla y ahí estaba ¡tan campante! ¡Como si no hubiese hecho lo que acababa de hacer!
-¿Estás bien? –me preguntó la rubia como si nada.
-S-s-sí –logré decir luego de que las imágenes no sanas terminaron de pasar en mi mente
Estaba frente a mí y me miraba sin asomo de cohibición. Eso era una de las cosas que más me gustaba... ¡su irresistible desfachatez!
Hace rato ya que me había quitado el saco blanco y estaba sólo con mi camisa negra. Tenía los tres primeros botones desabrochados.
-¿Sabes? –Se me acercó un poco más-. Me encanta la combinación de negro y blanco... –habló despacio y con su voz aterciopelada.
-¿S-s-sí? -¿Por qué me sentía tan nervioso?
-Sí –sonrió-. Desperdiciaste tu primera pregunta ¿sabes? Ahora tendrás que responder una de las mías... –apartó un mechón de mis largos cabellos negros de mi cara.
-Pero si ya te he respondido –me repuse.
-¿Qué? –me miró ceñuda.
-¡Claro! –Dije yo con mi mejor cara de inocente-. Preguntaste: “¿estas bien?” y yo te respondí: “Sí” –sonreí de oreja a oreja al ver su consternación.
-Mas bien respondiste “S-s-sí” –me remedó la muy idiota xD.
-Como sea, pero ya te respondí –avancé victorioso al sillón.
-Eres escurridizo, Adams –masculló pero sin que la sonrisa abandonara sus labios-.
Luego de esa breve pero sabrosa victoria corrí a sentarme al sillón individual donde estaba mi morral.
Ella se acercó sensualmente y sin prisa, me miraba, me analizaba, se dio la vuelta y se sentó de nuevo en el sofá.
-Tu turno ¿cierto? –su voz seguía con aquel tono dulce y aterciopelado, las palabras avanzaban lentamente una atrás de otra y eran acompañadas por una mirada profunda, penetrante y seductora.
-Sí –quise sonar firme.
Revisé mi Block, aunque yo sabía perfectamente que estaba vacío. La rubia me nubló la mente y ninguna de las preguntas que tenía planeadas se asomaban a mi cabeza... ¡ni siquiera me acordaba de lo básico para formular una entrevista! Respiré hondo y pretendí tener todo bajo control
-¿Qué te inspiro para escribir tu nuevo disco? …suspire aliviado –era una pregunta coherente e inteligente.
La rubia sonrió complacida, se acomodo un poco y respondió.
- en experiencias personales.
-¿Y...? –quería alargar su respuesta que me pareció bastante escueta.
-Eso.
-¿Nada más? –pregunte
-Como sea –sonrió ampliamente y me miró directo a los ojos, -. Ahora es mi turno...
-No me respondiste bien, Lavigne –ganar tiempo, es lo único que se me ocurría.
-No puedes juzgar mis respuestas, es MI opinión no la puedes cambiar –sentenció la rubia con agrado.
Miré molesto hacia la chimenea, sabía que ella tenía razón, pero odiaba admitirlo. Vi con sorpresa como me miraba... con deseo ¡quizás! Pero pronto llego a mi mente una pregunta… ¿Qué era lo que quería saber?
El sonido del teléfono me saco de mis pensamientos.
-Espérame un segundo, si llaman hasta acá debe ser importante...
–se levantó y contestó-. ¡Ni se te ocurra escaparte! –me amenazó con una sonrisa cuando vio que me levantaba.
-Jajaja, lavigne si parece que hasta ¡me quieres! solo quiero ir al baño, lavigne –le dije entre risas.
-¡Ah claro! –Sonrió naturalmente, tapó el auricular y me señaló un pasillo-. ! ! La puerta de la derecha...No ¡Te dije que eso no lo tenían que hacer!... ¿Pero...
Empezó a hablar con la persona que estaba del otro lado. Alcancé a notar que la desobedecieron en algo y quedó la grande. En el pasillo había tres puertas; una a la derecha, una al frente, y otra a la izquierda, seguí las instrucciones que me había dado y entre en la de la derecha.
Abrí la puerta indicada y prendí la luz... ¡estaba en su dormitorio! Era una habitación amplia y cómoda, era toda blanca, las paredes, la cerámica que cubría el suelo de pared a pared. La cama, desordenada y sin hacer, tenía un cobertor bastante grueso también blanco y unas sábanas blancas que adivinaba de seda... juro que sentí el olor de la rubia impregnado en ellas... Estaba paralizado en la puerta imaginando miles de cosas todas tenían algo en común, en todas estaba avril, y en todas acabábamos en aquella blanca cama, moví la cabeza fuertemente para despejarme y me prohibí seguir mirando su dormitorio, vi otra puerta cerca del closet.
Este sí era el baño, pero no me ayudó a arrancar las ideas “pecaminosas” que me inundaban. Lo que más destacaba del lugar era el enorme jacussi rodeado de velas. ¡Demonios!. Y como broche de oro para mi lujuriosa imaginación me llega su voz desde la puerta...
-Si estás tratando de escapar, te advierto que no podrás –me dijo de una forma muy sexy.
“Si supiera que lo que yo menos quería hacer en ese momento era arrancarme... probablemente era lo más cuerdo, sí, pero no lo que yo deseaba.”
-no voy a escapar, lavigne
“Miré un poco más el baño, el blanco dominaba en la decoración (igual que en la pieza) logrando un efecto, como todo lo que perteneciera a la condenada rubia... muy sexy.”
“Salí de ahí lo más pronto posible.”