Joe, lo siento mucho, llevo una semana y pico en la playa y llevo ya un tiempo desconectado de todo... Bueno, no pensé que os fuera a gustar tanto sinceramente!! Asi que voy a continuarlo, a ver que me sale!! xD
(Nur tu comentario citando la historia me ha MATADO, que panzá de reir!!!!)
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''¿De verdad ha pasado? No, no... Tiene que ser un sueño... Una alucinación... Me han echado algo en la bebida... Joder, ¿pero qué estoy diciendo...?.'' La cabeza de Gonzalo era un torbellino mientras contemplaba la ciudad de Los Ángeles desde la terraza de su habitación. No quedaba nadie despierto cuando había llegado al hotel salvo algún recepcionista aburrido, asi que subió rápido a su cuarto. Tenía mucho en lo que pensar. Hacía apenas una hora se había besado con su gran amor platónico. Hasta ahí todo parecía bien. El problema era que esa chica estaba casada.
Gonzalo descolgó el teléfono y marcó una serie de números, pero cuando el teléfono dio el primer tono de llamada colgó rapidamente. ''No, no puedo contarle esto a nadie...''. El chico salió de la terraza y se tumbó en la cama, concienciado de que esa noche no podría dormir. ''La he cagado... Se ha enfadado seguro... Dios... Avril Lavigne... ¿Qué estará pensando ella ahora mismo...?''.
No muy lejos de allí, en una lujosa mansión, Avril permanecía sentada al piano que Gonzalo había estado tocando hacía apenas una hora. Sus dedos tocaban una melodía preciosa mientras susurraba:
- When you're gone... The pieces of my heart are missing you... -.
Aunque compuso esa canción para Deryck, nunca antes había tenido tanto significado para ella como en ese momento. Su cabeza daba vueltas, intentando recordar cada instante de aquel beso. No podía dejar de pensar en que sentiría al volver a besarle, al volver a tocar su piel. Pero sabía que no podía hacerlo. Aun estaba a tiempo de olvidarlo todo y seguir en su ''aburrido matrimonio'' con Deryck. Ella sabía que no era un mal hombre, pero sabía que no podría ser un buen marido nunca, al menos para ella. ''¿Por qué todo esto ahora?... ¿Por qué apareces ahora?...''. La cantante bajo la tapa del piano y subió a su habitación. Se tumbó en la cama sin siquiera desvestirse ni desmaquillarse. No importaba. Sabía que esa noche no sería capaz de dormir.
La habitación estaba a oscuras cuando una voz irrumpió en ella.
- Gonzalo. -.
No había respuesta.
- Gonzaaaaalo... -.
Nada.
- ¡GONZALO! -.
El muchacho se despertó sobresaltado.
- Ostia, ¡¿qué pasa?! -.
- Un accidente. -.
- ¿Qué accidente? -.
- El de mi polla en tu frente. Gilipollas, que te levantes ya, que son las 9 y hay que desayunar. -.
- ¿Las 9? ¿Ya? -.
- Joder, ¿ayer te corriste una buena juerga no? Vaya carita... -.
Como un flash, a Gonzalo le llegaron todas las imágenes de la noche anterior. En todas estaba Avril. Recordó aquel beso tan perfecto.
- Tio, ¿estás bien? -.
- Si si... Un poco cansado nada mas... -.
- Anda, vamos a desayunar. -.
Gonzalo se vistió y bajo con su compañero al comedor mientras su mente estaba aun concentrada en la noche anterior.
- Avril -.
- Mmmmmm... -.
La joven cantante, aun dormida, se revolvía entre las sabanas manchadas de maquillaje mientras oia su nombre.
- Avril, despierta. -.
- Solo 5 minutos mamá... -.
- Jajaja... Soy yo, Deryck... -.
Al escuchar el nombre, Avril abrió los ojos rapidamente. Se giró y vio a su marido sentado en la cama a su lado. Su primer impulso fue darle un beso pero algo la detuvo. Un recuerdo de la noche anterior.
- ¿Qué te pasa Av? -.
- No... Nada... -.
Avril intentó no parecer nerviosa.
- ¿Qué haces aquí? Pensaba que llegabas pasado mañana. -.
- Si bueno, pero he estado pensando... Y tenías razón, no me he portado muy bien... Por eso he vuelto para estar contigo... Pero veo que no me has echado mucho de menos... -.
La mirada de Deryck se concentraba en el maquillaje que había sobre las sábanas.
- Te corriste una buena juerga anoche, ¿no? Jajaja... -.
En la cabeza de Avril ahora solo estaba Gonzalo.
- Am... Si, si... Salí con Sam... -.
- ¿Y qué tal? -.
- Bien bien... -.
Ahora los recuerdos y las imágenes del beso con Gonzalo la acosaban sin cesar, era incapaz de mirar a los ojos a Deryck.
- Cariño, ¿estás bien? -.
- Si... Si, no te preocupes. -.
La cantante intentó esbozar una leve sonrisa para que su marido dejara de preocuparse. No era mala fingiendo esa clase de cosas, había cogido experiencia con los años.
- Me alegro... -.
Deryck se acercó a ella y la besó en los labios. Comparado con el de Gonzalo, era un beso frio, sin ningún sentimiento. Avril no quería besar a otra persona en el mundo que no fuera Gonzalo en ese momento, pero sabía que no podía negárle eso a su marido. Deryck introdujo su mano suavemente bajo la ropa de su esposa.
- Estás muy guapa con esto... -.
''Dios, no, sexo no, por favor...''. Deryck introdujo la mano en el pantalón de la cantante mientras la besaba en el cuello.
- Deryck... No... Ahora no. -.
- ¿Por qué no? Venga, vamos a celebrar que he vuelto... -.
Avril no quería hacerlo. Solo podía pensar en Gonzalo, y sin saber porque se sentía culpable por lo que estaba haciendo o, mas bien, por lo que estaba a punto de hacer. Iba a hacer algo que no quería. Pero nunca le había negado sexo a su marido, y si ahora lo hacía éste podría extrañarse. Poco a poco fue abriendo las piernas, y Deryck aprovechó para introducir la mano en la entrepierna de su mujer. Esa zona no estaba humeda, lo que extrañó a Deryck.
- Av, ¿no estás excitada? -.
- No... No es eso, es solo que... -.
Un teléfono móvil comenzó a sonar. Era el de Avril. Era la excusa perfecta para parar ese momento. ''¡Gracias, gracias!''. Se separó de su marido y estiró la mano para intentar coger el móvil de la mesilla, pero Deryck fue más rápido.
- ¿Quién coño llamará ahora?... A ver... -.
Avril se había estado temiendo lo peor desde el momento que Deryck cogió su móvil.
- Av... ¿Puedes explicarme porque un tal... Gonzalo Madrid... Te llama a las 10 de la mañana? ¿Qué Gonzalo es éste, el futbolista? -.
''Dios, ¡me está llamando!''.
- ... Si. -.
Avril intentó ponerse mas seria que su marido, pero no lo consiguió. Solo pensaba en robarle el móvil a Deryck y hablar con Gonzalo.
- ¿Cómo tiene tu móvil? -.
- Me lo pidió. -.
- ¿Y se lo diste? Genial... -.
La cantante empezaba a enfadarse de verdad. Odiaba que la controlaran.
- Deryck, creo que soy mayorcita ya para... -.
- ¿Para qué? ¿Para tontear con ese futbolista? -.
- Yo no he tont... -.
Avril se calló de repente, no podía mentir a su marido. Pero tampoco era capaz de contarle la verdad de lo que había pasado la noche anterior. El movil dejó de sonar y Deryck y Avril se miraron fijamente. Fueron apenas unos segundos que se hicieron eternos. La cantante podía notar como la cabeza de Deryck era un torbellino de pensamientos.
- Avril... ¿Qué ha pasado con Gonzalo?. -.
El móvil de Avril volvió a sonar. Deryck tardó unos instantes en mirar la pantalla, convencido de que era Gonzalo otra vez. Pero se equivocaba. Era Samantha. Avril cogió el teléfono y habló sin despegar la vista de su marido.
- Dios Av... Pon la tele... El canal 6... -.
- Ahora no, Sam. -.
- ¡Es muy importante Av! Lo siento... Pero tienes que verlo... -.
- ¿Lo sientes? Sam, ¿que te has fumado? -.
- Av... -.
- Está bien, está bien... Ya voy. -.
Avril cogió el mando de la mesilla y encendió el televisor de pantalla plana que estaba en el otro lado de la habitación. Puso el canal 6. A los pocos segundos dejó caer el mando al suelo. No podía creer lo que estaba viendo.