CARTA A AVRIL DEL PADRE DE UNA FAN
(carta imaginaria, por Toria)
Estimada señorita Avril Lavigne:
Soy padre de una niña de 13 años, Rebeca, que es fan suya desde que descubrió sus canciones. Mi hija es ciega desde los 4 años a consecuencia de un grave accidente que sufrió, y por eso no ha podido llevar una vida normal como las otras niñas, y ha estudiado en colegios especiales para ella. No es que eso la haya acomplejado, pero sí que nosotros hemos tenido cierta tendencia a sobreprotegerla y procurar que su vida sea lo mejor y más feliz posible. Ver que ella no puede ir al cine, mirar los programas de la tele que ven otras niñas o adolescentes, practicar según qué deportes, ir de excursión, elegir su propia ropa... en fin, no sé si me explico, nos duele más a nosotros que a ella.
Me figuro que esto no resultará muy interesante para usted, yo lo que quería decirle es que mi niña escucha mucha música de ahora y en eso sigue los gustos de las otras chicas de su edad; no puede ver a sus ídolos, pero se los imagina. Yo a veces le digo más o menos como son, aunque he de decir que es una música que para mí no significa mucho, espero lo comprenda.
A usted la adora no se puede imaginar cómo. Dice que le hace sentir cosas al oírla y "vibrar", ella lo dice así, "Papá es que Avril me hace vibrar, me llena", y yo me dedico a buscarle CDs de usted por internet, para que los coleccione, y hasta le compré un DVD donde había un concierto suyo, pues aunque no lo pueda ver, sí oye la música y disfruta mucho del concierto.
Un día me preguntó que cómo era usted, y yo cometí la tontería de decirle que ella y usted eran iguales casi, lo que no es verdad. Rebeca es morena, muy alta para su edad, de cara un poquito alargada. Mi esposa se enfadó cuando lo supo y me dijo que vaya tontería de decirle a la niña, pero yo pensé que eso la haría feliz, puesto que usted significa tanto para ella. Fue una metedura de pata a la que no le di importancia,y que la puso de contenta como no se puede figurar.
Pero lo malo es que ahora eso puede tener consecuencias. Es que resulta que un médico famoso dice que se la puede operar con grandes posibilidades de que vuelva a ver, un 90%, ha dicho. Qué alegría, ¿verdad? Sí, pero yo ahora estoy bastante asustado, porque no sé cómo se lo tomará cuando vea su imagen y mire sus fotos y descubra que no se parecen en nada, creerá que la engañé aposta, para burlarme o algo así, o que por compasión de su ceguera le dije eso, por pura lástima, por piedad... Rebeca, con 13 años, no puede saber cómo es el corazón de un padre que quiere la mejor vida posible poara su niña, y que esa mejor vida posible está condenada a la oscuridad... que ahora puede solucionarse.
Pues el caso es que tengo miedo, miedo de su reacción y de que se lo tome a mal. Seguro que usted piensa que todo esto que le digo son tonterías, y lo comprendo, y yo es que quisiera pedirle un favor, aun sabiendo que a lo mejor no recibe siquiera esta carta, que no tengo derecho tampoco a pedírselo, pero es que si usted pudiera venir a visitar a mi Rebeca cuando le quiten las vendas, o poco después, o que usted fuera lo primero que vieran sus ojos cuando se las quiten, yo sé que mi hija me perdonaría mi tonto engaño, tanto la adora, tanto la impresionaría verla a su lado allí. Es por ella que lo pido, no por mí.
Le ruego perdone mi atrevimiento. Ya digo que no sé si le llegará mi carta, recibirá usted tantísimas que una más ni se verá. En cualquier caso, a mi niña la operan el día 13 de junio en la clínica Sagrario.
La saluda muy atentamente,
Julio Montesinos
(Noticia de Agencias de Prensa: La rockera juvenil Avril Lavigne fue vista ayer cuando entraba en la clínica Sagrario de esta ciudad. No habló ni hizo declaraciones y se limitó a enseñar como siempre el dedo corazón y a sacar la lengua a la prensa. ¿Estará enferma? Le convendría curarse ya de su mala educación, pues...)